Flybondi busca romper paradigmas aéreos en Suramérica para estimular mercado

Flybondi busca romper paradigmas aéreos en Suramérica para estimular mercado

EFE | Cristina Terceiro | Buenos Aires, 4 de feb 2018

Julian Cook, director ejecutivo de Flybondi, primera aerolínea argentina de bajo coste, aseguró en una entrevista con Efe que llega para “romper paradigmas” en la aviación de la región y “crear un nuevo mercado” con la gente que todavía no puede acceder a este medio de transporte.

“Hoy solamente el 7 % de la población argentina vuela en avión, así que tenemos una oportunidad enorme de dar la libertad de volar al otro 93 %”, explicó Cook, convencido de que el mercado al que apuntan es diferente al que actualmente viaja en otras aerolíneas.

“Necesitamos precios más bajos para estimular el mercado, cambiar esta mentalidad y llenar los aviones”, prosiguió.

El ejecutivo expuso que con los anteriores gobiernos kirchneristas (2003-2015) había una política subsidiaria para el transporte terrestre y la aerolínea estatal, con lo que “no había una oportunidad real de lanzar una aerolínea de bajo coste”.

Por eso, nada más conocer el triunfo de Mauricio Macri en los últimos comicios presidenciales puso en marcha su propuesta.

La de Flybondi ha sido una maratón de 18 meses desde que se presentara el proyecto a principios de 2016, hasta su vuelo inaugural el pasado 26 de enero.

No obstante, su periplo no ha estado exento de obstáculos en una nación como Argentina, dominada por las cuatro ruedas, pese a ser el octavo país más extenso del mundo, con 2.780.400 km² de superficie.

El nombre de la aerolínea –Flybondi– es toda una declaración de intenciones que se podría traducir en algo así como “el bus que vuela”, en alusión a la coloquial forma para referirse en el país al autobús urbano (bondi) y a los precios, similares a los de un viaje de larga distancia por tierra.

Por el momento los números les respaldan.

“Empezamos a vender (billetes) solo dos semanas antes (de despegar) y ya tenemos vuelos llenos. El primer vuelo de Córdoba a Iguazú se llenó en tres días, así que claramente hay una demanda fuerte”, señaló.

La aerolínea cuenta con 43 rutas aprobadas por el Gobierno argentino que irá implementando paulatinamente, y ya opera desde Córdoba (centro), Mendoza (oeste) e Iguazú (norte).

Ahora, el reto del director ejecutivo de la aerolínea va mucho más allá del país del tango y el mate, ya que esperan contar con una flota de 10 aviones para final de año y subir a 30 aeronaves para 2021.

“El plan para 2021 son 30 aviones con un 70 % de vuelos de cabotaje y 30 % de vuelos regionales a Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia”, dijo Cook, con una proyección aproximada de “diez millones de pasajeros”.

El empresario se sorprende todavía al ver los precios de los vuelos regionales: “son carísimos”, confiesa, y asegura que “hay una necesidad de los gobiernos de todos estos países de cambiar un poco la mentalidad y bajar las tasas” si realmente quieren un aumento del tráfico de pasajeros.

Y respalda su propuesta con ejemplos exitosos en otras partes del mundo, como Turquía, que pasó de 10 millones de pasajeros a 90 millones en 10 años desde la llegada de las aerolíneas baratas.

Sin embargo, la polémica ha rodeado siempre el despegue de Flybondi, que centrará sus operaciones en la antigua Base Aérea de El Palomar, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, en medio del rechazo de sectores vecinales y algunas organizaciones pro derechos humanos.

La Justicia llegó a condicionar el inicio de las operaciones en el aeródromo bonaerense a un informe de impacto ambiental.

Finalmente, la jueza a cargo del caso, Martina Forns, habilitó las operaciones con un máximo de tres aterrizajes y despegues diarios, y el condicionante de seguir monitoreando el impacto con el aeropuerto ya en marcha.

Por su parte, organizaciones como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora o la Liga Argentina por los Derechos del Hombre denuncian que con las obras realizadas para habilitar la base aérea se está destruyendo un “sitio de memoria”, de donde -aseguran- salían algunos de los conocidos como vuelos de la muerte durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

Pese a todo, Cook, acompañado durante toda la entrevista por el gerente de soporte emocional de la compañía, su perro Nelson, se mostró optimista.

“Estamos a una semana del primer vuelo hasta El Palomar y la realidad es que todo avanzó de una manera increíble. En otro país del mundo no creo que pudiéramos llegar con esta velocidad a tener un aeropuerto que el viernes que viene va a estar listo para empezar a volar”, aseguró.

“Hay trabas”, sostiene el empresario, pero “es parte del proceso” hasta que demuestren, como ya ocurrió en otras partes del mundo, “el beneficio, el impacto social y económico” que su llegada tendrá para los ayuntamientos que rodean la base aérea.


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