Los militantes se juegan la campaña electoral argentina “puerta a puerta”

Los militantes se juegan la campaña electoral argentina “puerta a puerta”

EFE | Cristina Terceiro | Buenos Aires, 12 nov 2015

Militantes del Frente para la Victoria y la coalición Cambiemos, fuerzas que competirán por la presidencia argentina en la inédita segunda vuelta del 22 de noviembre, juegan la baza de la proximidad para sumar votos “puerta a puerta” en la recta final de la campaña.
El oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri motivan cada día a cientos de ciudadanos, en su mayoría jóvenes, que ubicados en puntos neurálgicos de la geografía argentina, salen a la calle cargados de “paciencia” y con un discurso claro para intentar “convencer” al votante indeciso de que su candidato es la mejor opción para guiar al país durante los próximos cuatro años.
“Tratamos de convencerles desde lo verbal y gestual tratando de crear la empatía para poder dialogar sobre las problemáticas”, explicó a Efe Héctor Aguirre, militante de Cambiemos.
Él y su equipo tienen diversas mesas informativas repartidas en el barrio porteño de Palermo, donde recorren “puerta a puerta” cada vivienda y comercio para entregarles la boleta del político que para ellos debe ocupar la Casa Rosada a partir del próximo 10 de diciembre.
Con una campaña desgastada a estas alturas de la contienda electoral y el constante cruce de acusaciones entre dirigentes de Cambiemos y del Frente para la Victoria, la labor de estos activistas políticos y voluntarios puede volverse decisiva para muchos ciudadanos que todavía no tengan claro su sufragio.
Ellos se convierten por momentos en la voz y los oídos de uno y otro candidato en unas calles donde la economía, la falta de trabajo, la inseguridad o la corrupción son las preocupaciones que más afligen a los argentinos.
“El que no trabaja tiene miedo de no conseguirlo, el que trabaja tiene miedo a que no le alcance el dinero porque todos los días las cosas le suben y ha perdido la noción del valor”, asegura el militante de Cambiemos, encargado de explicar algunas de las medidas que llevará a cabo su candidato si llega a la Presidencia.
Lo mismo hace Albertina Brito y sus compañeros de las Juventudes para la Victoria, afines a Daniel Scioli, en el barrio porteño de Balbanera.
Salen a la calle para “preguntar a los vecinos qué inquietudes tienen”, “explicar en profundidad” las propuestas de su candidato y “llevar sus peticiones a esferas más altas” para que puedan tenerlas en cuenta a la hora de gobernar.
Con dos candidatos presidenciales con un perfil muy similar y que defienden la idea de cambio, aunque desde puntos de vista divergentes, la sociedad se cuestiona también “qué va a cambiar y si va a haber continuidad”, explicó a Efe Brito.
Pero la suya no es tarea fácil. Aunque ambos partidos aseguran que hay “respeto” por los contrarios, la gente “no tiene timidez a la hora de mostrar su preferencia política” y son muchas las ocasiones en que deben “evitar la confrontación” con quienes ya tienen su voto bien definido, luego de seis citas con las urnas en lo que va de año.
“Ya es tarde. ¿Te parece poco lo que ha hecho el Gobierno de Cristina? Me da pena realmente”, contestó tajante una anciana al entregarle una boleta de Scioli.
“Con Macri vamos a morir de hambre”, reprendió otra mujer a uno de los partidarios opositores durante uno de sus recorridos en el barrio.
Para unos y otros, este tipo de acciones “sirven para aclarar muchas dudas” y, de alguna forma, vislumbrar hacia donde va la tendencia de cara a una segunda vuelta que “va a estar muy peleada”.
Además, están convencidos de que son muchos los indecisos que esperarán al debate electoral que protagonizarán Macri y Scioli este domingo para terminar de clarificar su opinión.
La capacitación de los fiscales que custodiarán que todo el proceso electoral transcurra sin incidentes el próximo 22 de noviembre en las cerca de 95.000 mesas mixtas, distribuidas en 13.880 centros de votación, es otra de las actividades en las que la militancia está volcada a poco más de una semana de la cita con las urnas.
Mientras tanto, ganan protagonismo los ciudadanos autoconvocados que, “por convicción” y sin ser militantes, hacen su propia campaña en la calle por lo que consideran mejor para Argentina: “un gobierno absolutamente normal, que gaste lo que recauda y lo gaste bien, sin que haya corrupción ni violencia”, señaló otro vecino de la capital.


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