Meraki, la biblioescuela rodante española que sueña con recorrer América Latina

Meraki, la biblioescuela rodante española que sueña con recorrer América Latina

EFE | Cris Terceiro | Buenos Aires, 21 ago 2017

 Una familia española iniciará en Argentina el viaje de sus vidas. Son los ideólogos de Meraki, el proyecto con el que sueñan recorrer América Latina a bordo de una biblioescuela rodante que permita generar una red de intercambio de paradigmas educativos con colegios de zonas rurales.

Ángel Arana y Aurora Asensio y sus tres hijos -Daniel (12), Miguel (10) y Valentina (4)- son los protagonistas de esta aventura, sin fecha de finalización, que les hizo dejar su Sevilla natal (sur de España) y llegar a la capital argentina el pasado 11 de julio.

En un histórico modelo de autobús porteño, un Mercedes Benz 11.14 readaptado como biblioescuela y vivienda rodante con un diseño 100 % ecológico, estos cinco viajeros emprenderán una experiencia “mágica”.

Su objetivo es descubrir las experiencias educativas que se están realizando en las zonas más remotas del continente suramericano y “darlas a conocer” para que “sirvan de inspiración a otros maestros” del mundo, explicó Arana en una conversación con Efe.

“Queremos fomentar el hermanamiento entre docentes de aquí y de allá”, asegura este “emprendedor nato” que espera que su proyecto pueda funcionar como una especie de puente para que profesionales educativos de lugares muy distintos “puedan hacer algo juntos”.

Son docentes, funcionarios públicos de carrera, con la motivación de que sus alumnos aprendan felices y jugando y que tengan curiosidad.

Es lo que llaman “sorprendizaje”, un método con el que esperan que sus hijos se empapen en este viaje.

En este sentido, ambos sienten que en América hay muchos proyectos educativos “que están dejando una transformación muy buena”.

“En educación, hace falta un giro y aquí hay mucho (material) que no está visualizado, entonces, vamos a visibilizarlo”, explicó por su parte Asensio.

Una tarea que realizarán “con amor y creatividad, poniendo el alma en ello”, tal y como describe la palabra de origen griego (Meraki) con la que han bautizado a esta odisea americana.

Los tres hijos del matrimonio son las otras piezas clave de este puzle para el que los Arana Asensio no han dudado en vender su coche, alquilar su casa y pedir una excedencia.

“Para mí, es una gran oportunidad de vivir experiencias inolvidables en países con culturas y costumbres diferentes, llenos de momentos únicos que solo se pueden vivir viajando”, explicó Daniel, el mayor de los hermanos.

Él será el encargado de “ilustrar”, con su don para el dibujo, cada instante de esta experiencia con la que esperan dejar su granito de arena en las comunidades por las que pasen.

Buenos Aires es su punto de partida y, tras ultimar algunos detalles de su pintoresco vehículo, recorrerán la ruta atlántica hasta la Patagonia argentina y se adentrarán en la gélida Ushuaia, para posteriormente hilar rutas de Chile y Argentina que les acerquen a zonas rurales a las que es más difícil llegar.

Quieren “compartir con mucha pedagogía” todo lo que allí se hace de novedoso, pero también mostrar “con humildad” todo lo que ellos tienen para contar a través de esa biblioescuela compuesta por más de 500 libros ilustrados.

Ejemplares que han sido donados por editoriales y escritores “amigos” y que esperan acercar a los niños del continente.

A través de pequeñas casitas que irán dejando en los colegios y comunidades que visiten, los denominados “nidos de libros” invitarán también a los pequeños suramericanos a “compartir lecturas” y adentrarse en otros mundos a través de la literatura que les animen a hacer realidad sus sueños.

“Cuando un libro llega a tu mano, es capaz de cambiarte la vida”, asegura Asensio, para quien poder llevar “este arte ilustrado” a estos lugares mes algo “mágico”.

Pero no todo han sido flores para ellos en el país del mate y el dulce de leche. La retención de todo su material educativo y enseres personales en la aduana de Buenos Aires ha puesto en jaque su sueño.

Por eso, los integrantes del proyecto Meraki llaman a la solidaridad de las autoridades locales para poder iniciar un proyecto educativo y solidario, que viene “para hacer un bien”, y en el que han puesto todas sus ilusiones.

Por el momento, el envío del contenedor a Uruguay se perfila como una de las opciones más viables después de que el Gobierno de dicho país considere a Meraki un “bien de interés educativo”.

Pese a todo, están convencidos de que nada logrará quitarles “la fuerza y la energía de seguir”.

“Vamos sin fecha de retorno”, asegura esta familia, que aspira a recorrer el mundo con Meraki y que, de momento, se dejará llevar por el continente hasta que sientan que es hora de volver a casa.


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