EFE | Cristina Terceiro | Santiago de Compostela | 20 may
Germán Díaz es un zanfonista que se mueve por la magia de hacer felices a todos aquellos que lo escuchan, un deseo que intentará cumplir en la gira gallega de su “Método Cardiofónico”.
Tras una gira que lo ha llevado por países como Alemania, Francia e Italia, el músico vallisoletano retoma su periplo por el norte de España, con su “Método Cardiofónico” en el País Vasco, Navarra y Galicia, lugares en los que también presentará sus “Conciertos con gusto”, acompañado de los sicilianos Fratelli Mancuso.
El padre de Germán Díaz fue el encargado de hacer brotar en él la chispa de la creatividad que acabó dando forma a su “Método Cardiofónico”, ya que éste, médico de profesión, regaló a su hijo una de las carpetas que editó el doctor Iriarte en 1933 y que contenía grabaciones del sonido del corazón de sus pacientes en discos de pizarra.
Esta herramienta, con la que el afamado doctor vasco enseñaba a sus alumnos cómo reconocer diversas patologías, ha sido vista por Díaz como “una gran pericia técnica para la época” y en ella ha apreciado “una enorme intensidad poética”, ha desvelado en una entrevista con Efe.
El proceso que a partir de estas impresiones derivó en el “Método Cardiofónico” ha sido largo, concretamente “cuatro años” son los que ha tardado Germán Díaz en poder completar el trabajo, ya que han tenido que “adaptar las máquinas”, así como manipular un fonógrafo con un pedal para poder manejarlo a su voluntad hasta permitirle reproducir “estos latidos” que sirven de base a su música.
Además, tuvo que valorar este artista el modo en el que podría insertar la sonoridad de estos latidos en las once piezas que componen el disco.
Por ello, Díaz considera que éste ha sido un trabajo “que se ha ido estrenando en marcha”.
El “Método Cardiofónico” cuenta con temas de composición propia y versiones de autores contemporáneos a las que ha sabido encontrar “el ritmo perfecto” en esos latidos del corazón, y ello a través de instrumentos “singulares”, como la cajita de música, el Órgano de Barbaria o la zanfona.
Todos ellos son “instrumentos mecánicos” que leen las partituras a través de cartones perforados, por lo que este proceso requiere de numerosos arreglos realizados de la manera más tradicional.
La calidad musical de Díaz ha permitido a este autor situarse como número siete en el mes de mayo de la World Music Charts Europe, un proyecto que agrupa a programas radiofónicos especializados en música de toda Europa; mérito que él agradece enormemente, aunque lo que más le enorgullece es “poder vivir de la música” en una época “complicada”.
Y aunque este músico no entiende su oficio como “una competición”, reconoce que estar, por ejemplo, en el Festival de Músicas del Mundo Womex, le ha abierto “muchas puertas” para poder llevar sus trabajos al exterior.
Germán Díaz mostrará su arte en este tramo final de mayo, así como en junio y en agosto, en tierras gallegas, y aguarda transmitir ese entusiasmo que predica.
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